Nani Astorga opera el Refugio Animal de Cascada de las Ánimas, un santuario natural ubicado a los pies de la Cordillera de los Andes, cerca de Santiago de Chile. El Santuario pertenece y es manejado por Nani y su familia, tierras que pertenecen a la familia por más de seis generaciones. La propiedad se convirtió oficialmente en santuario natural en 1995, justo después cuando la familia Astorga se involucra en una lucha bastante publicidad contra el gobierno de Chile a principios de los 90, pues se oponían a la instalación de una enorme gaseoducto que atravesaría el corazón de Cascada de las Ánimas para traer el combustible desde Argentina a Chile.
Nani fue fundamental en la lucha contra el gobierno Chileno y la compañía de gas, y junto a su familia fueron persistentes en su postura en contra del gobierno, pues consideraban inmoral dar prioridad a un negocio y sus utilidades por sobre la protección de los recursos naturales. Nani sabía que todos los esfuerzos de reforestación , control de erosión y reinserción de vida silvestre en Cascada de las Animas habría sido en vano si el gaseoducto se aprobaba, por lo que se mantuvo firme junto con su familia en contra del gobierno. La disputa culminó con la intervención de la fuerza policial expulsando a los manifestantes pacíficos, incluyendo a Nani, quienes bloquearon el camino para llegar a Cascada de la Animas. Dicha noticia atrajo la atención de toda la prensa, quienes condenaron el hecho obligando a la compañía de gas a redireccionar el geseoducto alrededor de las tierras de los Astorga, y como consecuencia el gobierno tuvo que nombrar la propiedad como santuario natural.
La familia Astorga se comprometía no solo a proteger la tierra ante cualquier problema, sino que también a desarrollar e implementar iniciativas de conservación constante en el sector. En los últimos 10 años, más de 30.000 árboles han sido plantados en el santuario, y mucha flora y fauna nativa ha sido protegida de daños.
Nani comenzó en el kayak de aguas blancas (Whitewater) a mediados de 1980 en Cascada de las Animas, y luego de un breve entrenamiento en Carolina del Norte, Estados Unidos, regresó a Chile como instructor de Kayak profesional en el río Maipo trabajando para Cascada de las Animas. Fue aquí, a fines de 1980, donde enseñó a Javier López y a su futuro marido Yerko Ivelic, cómo hacer kayak profesional. Algunos unos años más tarde serían los tres quienes formarían la compañía de eco-aventura Cascada Expediciones, especializada en kayak y rafting, la que más tarde ofrecería expediciones a pie. Fue en Cascada Expediciones donde Nani llevó a grupos de turistas de Norte América y Europa a remar los ríos más inhóspitos de Chile, promoviendo y viviendo el turismo sustentable de Cascada Expediciones.
Aventura en kayak de agua blanca en río Chattoga, Carolina del Norte
En el 2001 Nani, Yerko y Javier inauguran el primer alojamiento sustentable en Chile y Patagonia: EcoCamp Patagonia, único como concepto, con un diseño consciente del medioambiente y que no deja huellas a su paso. Mientras Javier realiza bocetos del diseño de los domos geodésicos, Yerko instala tecnología verde (la electricidad en EcoCamp Patagonia se obtiene en un 100% de energía solar e hídrica), Nani asume la responsabilidad de la decoración del EcoCamp Patagonia con muebles y productos diseñados por artesanos locales de Puerto Natales. No tranquila con aquello, diseña varios de los artefactos que hacen único el lugar como cortinas, cojines, mantas y servilletas. También apoya la contratación de personal de comunidades aledañas y se asegura que el entrenamiento sea de calidad. Nani permanece como copropietario de EcoCamp Patagonia y visita frecuentemente el lugar para apoyar en lo que pueda para asegurar que todo funcione correctamente.
Un momento zen en fiordo Comau, Patagonia norte
En 2003 Nani decide focalizar sus esfuerzos en la conservación de la flora y fauna en Cascada de la Animas y regresa para inaugurar el Refugio Animal Cascada. Este refugio tiene tres aristas: apoyar la conservación de la biodiversidad del sector, entregar un centro de rehabilitación y reproducción para animales nativos, incluso aquellos confiscados por el SAG (Servicio Agrícola Ganadero de Chile) y desarrollar un plan de educación medioambiental para la comunidad local.
A la fecha, el centro acoge a más de 350 animales, que van desde mamíferos como pumas y zorros; reptiles incluyendo serpientes y tortugas; y aves como búhos, águilas y cóndores. Nani y su equipo se preocupan que estos animales reciban la rehabilitación que necesitan para liberarlos nuevamente en su hábitat natural. Es común que distintos animales sean trasladados al Refugio Animal después de un tratamiento en otro centro, como fue el caso de dos águilas mora de pecho negro, encontradas heridas fuera de Santiago, que luego de ser operadas en un zoológico local fueron trasladadas al Refugio Animal por alrededor de un mes para seguir el tratamiento y aclimatación, antes de liberarlas con éxito en su medio natural.
El centro es financiado en gran parte por aportes voluntarios y donaciones de compañías Chilenas. El presupuesto es bajo y se necesitan muchos recursos para capitalizar todo el trabajo que se puede realizar en el centro bajo el liderazgo de Nani, quien cuenta con toda la destreza para tratar heridas y ayudar a los animales a aclimatarse.
El Refugio recibe regularmente grupos de estudiantes de colegios y universidades con el propósito de enseñarles acerca de la protección de la vida silvestre y de las especies nativas chilenas. El fin de estas visitas es educar y promover la preocupación por la flora y fauna local, así como también inculcar a los estudiantes el concepto de ecoturismo y sus características. Nani también participa en las reuniones con la comunidad local, las que tienen relación con iniciativas de ecoturismo de la región, pues usa su experiencia en Patagonia y en Los Andes para ayudarlos a desarrollar iniciativas concretas, diseñadas para proteger la flora y la fauna Chilena y así asegurar que las futuras generaciones de chilenos y el mundo puedan gozar de la biodiversidad y de los paisajes ricos en vida silvestre de Chile durante muchos años.